"La Reforma nos inspira para afrontar los desafíos de hoy". Discurso de Lucas Mourlaas, estudiante

Agradecemos el lugar que se nos ha dado hoy para ocupar el lugar del estudiantado. Hace 90 años de la Reforma Universitaria, un tiempo que ha dejado vivas sus huellas y sus marcas, a quienes hoy levantamos su postulado.

Debemos considerar a la Reforma Universitaria como una vivencia constante, y no como simples hechos y sucesos relegados a las páginas de los libros de historia. La autonomía de la cual goza nuestra universidad, cogobernada y dirigida de acuerdo a la voluntad de todos los miembros de la comunidad universitaria, es el fruto de aquellos que han sacrificado parte de su vida en pos de una idea de universidad.

Hoy en día podemos decir con orgullo que pertenecemos a una universidad en donde sus fuertes cimientos democráticos son los que otorgan los lineamientos para que la UNNOBA pueda decidir por sí misma cuales serán sus pasos hacia el centro de la actividad intelectual superior.

Si bien estamos de acuerdo en que no tomamos a la Reforma en un sentido conservador, sí mantenemos hoy en día sus ideales y sus pensamientos.

En nuestras universidades el ingreso de cada estudiante no tiene más límite que el deseo de cada uno para educarse o capacitarse, no haciendo distinción entre los sectores con mayor y menor poder adquisitivo.

Podemos ver a los reformistas de Córdoba, luchando y trabajando por una sociedad más igualitaria, los vestigios de la Reforma Universitaria no se dieron de un momento al otro sino que durante muchos años la lucha del movimiento estudiantil en defensa de los preceptos reformistas continuó.

Recordemos aquella noche de julio de 1966, donde miembros de las fuerzas de seguridad ingresaron a la Facultad de Ciencias Exactas deteniendo y golpeando ferozmente a estudiantes, profesores y autoridades universitarias.

Todo esto producto del gobierno de facto de Onganía, quien derrocó a un presidente democrático, Arturo Illia, el único presidente que dedicó el 25 por ciento del presupuesto a la educación. Recordemos a Santiago Pampillón, militante y defensor de las ideas de la Reforma, que fue asesinado por la mano del gobierno de Onganía en una manifestación estudiantil, y por quien en su nombre, orgullosamente y en su homenaje, llevamos el nombre de Franja Morada.

Vivamos el pasado construyendo el futuro, proyectando, propagando y difundiendo conocimientos, pero un conocimiento al alcance de todos. Jerarquicemos y pongamos en el lugar que se merecen nuestras universidades, que la educación sea la preocupación principal de nuestro país, ya que de ello depende el crecimiento de nuestro país.

Por eso, estudiantes, profesores, miembros de la comunidad universitaria seamos realistas y hagamos lo imposible, porque aun hoy en nuestra sociedad “los dolores que nos quedan continúan siendo las libertades que nos faltan”.

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