La UNNOBA conmemoró los 90 años de la Reforma Universitaria y el primer año de autonomía de la Universidad en un acto en el que hablaron el rector Guillermo Tamarit, el ex rector Luis Lima y el representante estudiantil Lucas Mourlaas, quienes rescataron la vigencia que tiene el espíritu de la gesta de 1918. «La reforma ha sido invocada muchas veces en términos nostálgicos. Para nosotros en cambio es una fuente de inspiración para afrontar los desafíos de hoy», remarcó Tamarit.
El acto se realizó en el Aula Magna el martes 17 de junio con la presencia de la vicerrectora Danya Tavela, del intendente de Junín Mario Meoni, representantes de otras entidades y de los distintos integrantes de la comunidad universitaria: autoridades, docentes, no docentes y estudiantes.
Al término de los discursos, la vicerretora Tavela, el intendente Meoni, el estudiante Mourlaas y el secretario general de la UNNOBA, Pablo Petraglia, descubrieron una placa en homenaje a la Reforma del 18 en el hall central del Rectorado.
Tamarit resaltó que no «es casualidad» que coincidan las fechas del 90 aniversario de la Reforma y del primer aniversario de la normalización: «La UNNOBA fue planteada y pensada en términos de nuestras mejores tradiciones y para afrontar el desafío que una universidad del siglo XXI tiene: resolver de qué manera nuestra sociedad, nuestro país, enfrenta a la sociedad del conocimiento».
El rector se refirió a los desafíos que se plantea la UNNOBA hoy, dijo que uno de los más importantes es el de lograr una educación masiva y de calidad y habló de como está inserta la Universidad en la región, en el país y en el contexto internacional.
«La participación de la Universidad en lo que son los polos, en la reunión regional de Educación Superior en Colombia, nuestros convenios con universidades cubanas, chilenas, de Estados Unidos y de Israel. En el plano nacional, convenios muy específicos con las universidades de Río Cuarto, San Luis y Entre Ríos y nuestra participación activa en el Consejo Interuniversitario Nacional», mencionó como ejemplo.
También se refirió a la vida interna de la UNNOBA y nombró a la normalización de escuelas y la acreditación de carreras como dos proyectos en marcha para concretarse en el corto y mediano plazo, así como a la formación de los gremios docentes y no docentes.
Al referirse a los estudiantes, rescató que la Reforma del 18 los puso en el centro de la escena y reconoció que los universitarios han crecido en términos de organización, como es el caso de la reciente creación de la Federación Universitaria. «La Universidad debe ser dinámica, contestataria, debe tener todos los signos en contra de las ideas del conservadurismo», resaltó al referirse al rol del estudiantado.
Al finalizar su discurso, Tamarit alentó a no tomar a la Reforma Universitaria como un libro cerrado sino como una fuente de inspiración: «No es que tenemos que hacer lo que ellos hicieron, tenemos que afrontar nuestros desafíos con la misma vocación de transformación».
A su turno, Lima coincidió con el rector en la vigencia de la Reforma Universitaria y rescató la gesta del 18 en su contexto histórico: «Si nosotros leemos lo que escribieron entonces sobre la extensión universitaria y lo sacamos de contexto diríamos que son textos reaccionarios. No es así.
En aquel contexto, oscurantista, donde había presiones de todos lados, esas palabras eran revolucionarias», expresó Lima.
El ex rector normalizador de la UNNOBA dijo que uno de los grandes impulsos que dio la Reforma fue la función social de la Universidad.
«Entiendo a la Reforma en el sentido de la creación. Los autores de aquella gesta apuntaban a lo que hoy estamos intentando llegar: autonomía universitaria, democratización del gobierno universitario, inserción social, su rol como herramienta del progreso para toda la sociedad y unidad latinoamericana».
Lima explicó que la Reforma del 18 fue modelo para muchas universidades en distintas partes del mundo, reconoció los resultados que el concepto de enseñanza que difundió tuvieron para lograr una enseñanza al alcance de todos y opinó que, con el mismo criterio, la UNNOBA tiene que pensar hoy en lo que va a pasar en el 2020 ó 2030: «Es un camino para buscar mayor equidad y bienestar para todos. No pasa por distribuir riquezas, pasa por distribuir conocimientos. Espero que esta Universidad, que nace a la sombra de la Reforma, pueda marcar rumbos para el crecimiento de la sociedad».
El discurso final estuvo a cargo de Lucas Mourlaas, quien habló en nombre de los estudiantes y dijo que los universitarios deben sentir la Reforma como una vivencia constante. «La autonomía de la cual goza la UNNOBA, cogobernada y dirigida de acuerdo a la voluntad de todos los miembros que la integran es el fruto de aquellos que sacrificaron parte de su vida en pos de una idea de Universidad. Hoy en día podemos decir con orgullo que pertenecemos a una universidad donde sus fuertes cimientos democráticos son los que otorgan los lineamientos para que la UNNOBA pueda decidir por sí misma cuáles serán los pasos hacia el centro de la actividad intelectual superior», remarcó.
El presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas y Jurídicas recordó «aquella noche de julio del 66, cuando miembros de las fuerzas de seguridad ingresaron a la Facultad de Ciencias Exactas y detuvieron y golpearon ferozmente a estudiantes y profesores producto del gobierno de facto de Onganía, quien había derrocado al gobierno democrático de Arturo Illia, único presidente que destinó el 25 por ciento del presupuesto a la educación».
También recordó un ícono de los estudiantes, Santiago Pampillón: «Fue militante y defensor de las ideas de la Reforma, asesinado por el gobierno de Onganía».
Por último, Mourlaas exhortó a que la educación sea la preocupación principal del país y citó al finalizar su discurso parte del manifiesto liminar de la Reforma del 18: «Estudiantes, profesores y miembros de la comunidad universitaria, seamos realistas y hagamos lo imposible porque aún hoy en nuestra sociedad los dolores que nos quedan continúan siendo las libertades que nos faltan».