La Asamblea Universitaria de la UNNOBA aprobó el 20 de marzo la reforma del Estatuto Universitario, en base a la nueva carta orgánica elaborada y propuesta por el Consejo Superior a través de una comisión específica integrada por distintos representantes de los claustros: alumnos, profesores, auxiliares y no-docente.
“Como en todas las actividades universitarias no hay ningún punto de llegada, se trata de seguir avanzando. En este caso, era necesario corregir un instrumento [el Estatuto] y responder a las expectativas y necesidades actuales de docentes, no docentes y estudiantes”, evaluó el rector Guillermo Tamarit al término de la jornada.
La vicerrectora Danya Tavela se había referido ayer, en declaraciones a la prensa, al debate realizado en el ámbito del Consejo Superior para reformar el estatuto: “Fue un debate intenso, que duró de casi dos meses. El desafío era que que el proyecto pudiera contemplar las inquietudes de todos los actores que hacen a la dinámica de funcionamiento de la UNNOBA”.
En rigor, la Asamblea Universitaria tiene entre sus funciones la elección del rector y la modificación del Estatuto mediante las dos terceras partes de los miembros. En tanto el Consejo Superior tiene, entre otras atribuciones, la de “proponer reformas [al estatuto], las que deben someterse a la consideración de la Asamblea Universitaria”.
Al inicio de la jornada, la profesora Danya Tavela sintetizó los puntos más trascendentes que la comisión Reforma del Estatuto del Consejo proponía modificar. “En el caso de los principios y bases del estatuto, se considera a la educación como un derecho social y humano. Se reconoce a la Universidad como un todo y en vinculación constante con la sociedad de la que forma parte”, explicó.
Un punto central que atañe a la estructura administrativa de la institución está relacionado con las Escuelas y Departamentos. En este caso, la propuesta del Consejo Superior, aprobada por la Asamblea del 20 de marzo, fue la de integrar la estructura departamental dentro de las Escuelas. “Fueron encontradas algunas dificultades en la administración de las Escuelas y Departamentos. A partir del análisis que hicieron los distintos claustros, se llegó a la conclusión de que había que modificar esa estructura. Se mantienen ambas figuras pero se establece una relación diferente”, planteó Tavela.
En el caso del capítulo sobre la enseñanza universitaria, se establece la creación de un Instituto de Posgrado. “De esta manera, lo que se busca es jerarquizar los estudios de posgrado”, fundamentó la vicerrectora.
Otra de las modificaciones propuestas para el Estatuto y aprobadas en Asamblea Universitaria fue la incorporación de distintas organizaciones en el ámbito del Consejo Social, ya que hasta el momento éste estaba integrado por intendentes de la región del Noroeste bonaerense. En adelante, el Consejo Social estará integrado también por instituciones científicas, profesionales, de trabajadores, industriales, agropecuarios y del comercio de toda la región. “De esta manera, se pretende que el Consejo Social sea capaz de reflejar las problemáticas y necesidades de la sociedad, en virtud de su función de asesoramiento”, argumentó Tavela.
Un agregado propuesto por un asambleísta del claustro de profesores (Marcelo Miró) y aprobado en Asamblea incorpora también entre las obligaciones del Consejo Superior la de convocar al Consejo Social, al menos, una vez al año, con el objeto de conocer el curso de su trabajo.
En el ámbito de la Asamblea también se aprobó la incorporación en el Estatuto de la figura del guardasellos, que es un funcionario encargado de resguardar y custodiar el sello oficial. Concretamente, interviene en documentos o diplomas otorgados por la Universidad. Al cierre de la jornada, el asambleísta Claudio Contreras del claustro de profesores le propuso públicamente al rector Tamarit que el guardasellos de la UNNOBA sea Luis Lima, anterior rector organizador. Según se plantea en el nuevo estatuto, es el rector quien propone al funcionario para el cargo, lo cual deberá aprobarse no obstante en sesión del Consejo Superior.
Otra de las modificaciones que sufre el Estatuto está relacionada con la composición del jurado en los concursos docentes que determinan el ingreso de profesores y auxiliares en la Universidad. Concretamente, se incorpora la figura de un alumno en el jurado de concursos docentes, que trabajará junto con el resto de los integrantes del jurado (tres profesores).
También se incorpora un capítulo sobre Bienestar Universitario. “Esto apunta a garantizar políticas universitarias que tiendan a la inclusión y favorezcan la igualdad”, fundamentó Tavela.
Un punto fundamental que atañe a la Reforma del Estatuto y relacionado con el gobierno, está vinculado con la incorporación del voto del no-docente en el Consejo Superior. Además, se modifican los plazos de permanencia tanto en los cargos de consejeros y asambleístas de los claustros de estudiantes y no docentes (de dos años).
También se incorpora la figura del ayudante alumno en el interior del Estatuto, quien tendrá por función colaborar con docentes en el desarrollo de actividades académicas.
El nuevo Estatuto también explicita la gratuidad de los estudios de grado y pregrado. A propuesta del asambleísta Claudio Contreras, también se incorpora un texto que alude a los principios consagrados por la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918, los cuales la UNNOBA comparte.
La Asamblea que aprobó el Estatuto estuvo compuesta por distintos representantes de la comunidad universitaria. Del claustro de profesores: Claudio Contreras, Julio Longarzo, Marcelo Miró, Ricardo Santamaría, Marcelo Ceolín, Ricardo García, Luján Gurmendi y Claudia Russo. Del claustro de auxiliares docentes: Diego Batalla, Merecedes Doello Jurado y Silvio Somma. Del claustro estudiantil: Emanuel Budiño, Noelia De Zeta, Facundo Montero y Fernando Ruggiero. Del claustro no docente: Antonio Tabchiche.
Considero un paso esencial para el crecimiento de nuestra Universidad el cambio del Estatuto. Ello es así en atención que el anterior estaba diseñado para una Universidad en etapa de creación y designación de autoridades superiores, sin profesores regulares y, casi sin presupuesto. Nuestra realidad, aunque parezca increíble, es muy diferente ya que en muy poco tiempo, hay cátedras concursadas, Rector democráticamente electo y, Directores de Carrera en plenas funciones que imponía esta necesidad. Digo esto ya que era incompatible la función de los departamentos y del director de tales por sobre la figura académica del Director de Carrera, ya que una cosa es un secretario académico (aunque el cargo sea concursado) y otra un funcionario con facultades casi extraordinarias entre el rectorado y las facultades, ello hubiere generado situaciones que paralizarían la dinámica universitaria.
Otro punto que es muy positivo, aunque quizás más a futuro, es el auditor alumno en los concursos de antecedentes y oposición de designación de profesores.
Este instituto existe en casi todas las Universidades, entre otras la propia UBA y, es un testigo imparcial en estos procedimientos y, muchas veces de importante nivel de evaluación, igualmente habría que leer como está instrumentado el artículo pertinente y la resolución que lo termine de volver operativo para saber que grado de incidencia tendrá ya que como los profesores no se involucran en la elección de los alumnos y éstos son parte del gobierno de la Universidad, la voz y voto de éstos implicaría una intromisión en el otro claustro teniendo presente que la reforma del 18, bien recordada por el Profesor Contreras, habla de cogobierno y republicanismo que precisamente implica la independencia de claustros.
La incorporación del ayudante alumno es un avance sustancial mi cátedra tiene tres ayudantes permanentes y creo que es la mejor fuente de profesores en el futuro, gente que ingresa por vocación y se desarrolla en situación de gran desventaja en las estructuras hasta llegar, este cursus honorum es la vida universitaria y, por tanto, después integrarán la carrera docente y serán nuestros sucesores con grandes dosis de identidad y pertenencia.
Respecto de la gratuidad no solo es un derecho derivado del Estado Democrático sino que es una obligación del estado y, creo que debe ser gratuito el POST-GRADO, DOCTORADO y POST-DOCTORADO en especial para la carrera docentes que debe ser formada dentro de la propia universidad.
Debemos tener presente que la Carrera Docentre es un verdadero postgrado que debe ser estructurado en parte pedagógica y parte técnica y ser común a todas las universidades en cuanto a aquella, pero por sobretodo gratuito en todos sus niveles.
En el caso de los postgrados pagos, nunca deben ser brindados dentro del ámbito de los edificios pagados con el dinero corriente de la UNNOBA, ya que ello es muy contaminante.
Por último, muy inteligente considero el aporte de llamar a las fuerzas sociales regionales, ya que debemos tener un debate permanente y un congreso pedagógico abierto con reuniones anuales y nada mejor que el medio para salir del micro clima de la Universidad.
Salud por la iniciativa y espero que sea todo para mejor.
Gustavo Lázaro Lipkin.