La Universidad y el INTA realizaron el 28 de abril el Seminario de Germoplasma Pergamino “Aniversario 40 años del Banco Activo de Germoplasma Pergamino”, una actividad que convocó a curadores de bancos de germoplasma que trabajan en diversas especies de importancia para la alimentación de todo el país.
“El germoplasma es la base genética de mejoramiento para obtener nuevos cultivares”, explicó Beatriz Rosso, una de las coordinadoras del seminario.
En diálogo con los medios de comunicación, Rosso señaló que la actividad se hizo en el marco de la Unidad Integrada UNNOBA- INTA para reflexionar sobre el estado de la biodiversidad en el mundo.
“También para celebrar los 40 años del Banco de Germoplasma de Pergamino. Este banco tuvo sus inicios cuando se instaló una cámara fría en la Experimental de INTA Pergamino para conservar las colecciones de maíz y luego se fueron incorporando colecciones de especies forrajeras”, agregó.
En el año internacional de la biodiversidad, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la UNNOBA y el INTA organizan actividades y promueven los conocimientos generados para concientizar a la población sobre la importancia de mantener y conservar los recursos genéticos vegetales.
El objetivo central del seminario fue reunir a todos los curadores y responsables de bancos de germoplasma y colecciones de INTA, en donde se conserva aproximadamente el 93 por ciento de los recursos genéticos del país. Al respecto, Adriana Andrés, coordinadora de la carrera de Genética de la UNNOBA destacó: “Han participado profesionales y técnicos de Chubut, Bariloche, Catamarca, Salta y otros lugares, lo que nos ha permitido contar con la representación de todas las colecciones de recursos genéticos que son para la alimentación y la agricultura”.
Andrea Clausen
Entre los especialistas que participaron del encuentro estuvo Andrea Clausen, coordinadora a nivel nacional de un proyecto que incluye recursos genéticos y que es punto focal de la FAO. Entrevistada por los medios de comunicación, la profesional que se desempeña en INTA Balcarce destacó que Pergamino ha sido siempre uno de los bancos líderes junto con el Banco de Germoplsma de Balcarce. “Lo importante para destacar en esta instancia es que se ha consolidado la red de recursos genéticos con la participación de muchos actores”, dijo.
“Tenemos una red consolidada a nivel del país que incluye los recursos fitogenéticos; los recursos zoogenéticos, es decir para la conservación de razas animales; y los recursos microbiológicos, importantes para la agroindustria”, precisó.
En el plano de los anuncios, Clausen comentó que existe un proyecto enfocado en la documentación de esta información para que esté disponible en bases de fácil acceso.
“Otro proyecto es la conservación in situ en ambientes protegidos de recursos genéticos vegetales. Nos encontramos con la amenaza de cambio climático y otros factores que hacen que sea necesario que las especies que tenemos en los bancos continúen evolucionando en sus ambientes naturales”, planteó.
“Lo que vemos hoy es justamente la integración de la actividad en un ámbito científico y académico como la UNNOBA”, concluyó.
Sobre la biodiversidad
La biodiversidad o “diversidad biológica” hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra que es el fruto de millones de años de evolución. Esta diversidad forma la red vital de la que somos parte integrante y de la cuál dependemos.
Los recursos genéticos vegetales o recursos fitogenéticos son una parte muy importante de esa biodiversidad, ya que desde el punto de vista de la producción agropecuaria, a partir de estos recursos se generan productos que sirven de base para la alimentación humana.
El INTA ha implementado las estrategias básicas de conservación a través de una Red de Bancos y Colecciones de Germoplasma integrada por 9 Bancos Activos y 11 Colecciones ubicados estratégicamente en diferentes áreas agroecológicas del país y 1 Banco Base que mantiene duplicados de las colecciones de semilla. En esta Red se conserva alrededor de un 93 % de los recursos fitogenéticos del país, con más de 30.000 entradas de una gran variedad de especies de importancia para la alimentación y la agricultura. En este contexto se desarrollan actividades sistemáticas de conservación y utilización de la variabilidad genética en programas de mejoramiento, actividades científicas y comunidades rurales.
Proteger la agrobiodiversidad a través de la conservación de sus componentes, constituye un desafío por el beneficio que confiere a la humanidad.
Este seminario, enmarcado en la celebración de los 40 años del Banco Activo de Germoplasma de la EEA Pergamino, permitió “mostrar los logros que se han obtenido para conservar la diversidad genética en especies de importancia agronómica”.