“Medio Oriente es un lugar donde la guerra fría se sigue librando”. Así la afirmó el doctor Juan Carlos Pacífico, para quien es importante entender lo que sucede en esa región como “un laboratorio en el que se puede ver cómo el poder internacional juega sus estrategias”.
Aunque en principio la problemática de Medio Oriente parece lejana, sus ecos se expresan a escala global. A juicio del especialista, esto transforma a esa región en un escenario que permite comprender mejor la realidad del mundo desde sus más diversas aristas.
“En Medio Oriente cada una de las potencias, con recelo, mira hacia dónde va la otra para posicionarse en la vereda de enfrente. Es muy interesante estudiar esos movimientos para entender hacia dónde va la realidad internacional”, visualizó Pacífico, coordinador del curso de Extensión de la UNNOBA “Palestina: un conflicto para pensar”.
Ausencias
Con la mirada puesta sobre el conflicto Palestina–Israel, el especialista planteó que “muchas de las cuestiones que suceden allí no aparecen en los libros de historia, o son reflejadas sólo desde la historiografía oficial”.
“Lo interesante es indagar en la historiografía crítica, en los recursos que proponen otras fuentes y ver cómo se refleja este conflicto desde el cine, la fotografía, la cultura, para desentrañar las múltiples cuestiones que encierra”, opinó.
El docente planteó la importancia de tomar contacto con miradas diversas, algunas de las cuales plantean un entrecruzamiento de discursos que ayudan a conocer mejor el conflicto y a pensar en posibles acercamientos de posturas. También planteó la necesidad de ahondar en el aspecto teológico para entender mejor el origen.
Cercano
Pacifico consideró que la realidad de Medio Oriente resulta cercana y recordó que en el noroeste bonaerense hay una colectividad árabe muy importante. Consignó que en Argentina reside la segunda colectividad judía, lo que provoca que el conflicto sea “muy sensible” para la sociedad.
Más allá de esta pertenencia, Pacífico resaltó que “a la ciudadanía en general la problemática de Medio Oriente le resulta interesante, tal vez porque aporta elementos para desentrañar cómo se mueven los hilos del poder internacional”.
“Conocer el conflicto de Palestina puede aportar muy buenas herramientas para pensar dónde está el poder en el mundo, quién lo ejerce, de qué manera y cuáles son los contrapesos de ese poder. Bulle permanentemente, es un conflicto vivo que sigue jugando un rol preponderante dentro de la política internacional”, afirmó Pacífico.
Global
Para Pacífico, la problemática va más allá de una cuestión territorial: “En lo que uno conoce como Medio Oriente el conflicto entre israelíes y palestinos es sólo una parte, y a menudo se lo minimiza con los nombres de los dos pueblos en conflicto, pero en el fondo lo que existe es un conflicto árabe- israelí y una trama mucho más compleja que tiene sus ecos a escala mundial”, señaló Pacífico.
“El atentado a la Amia, si bien no tuvo que ver directamente con este conflicto, fue una revancha. El mundo es el tablero de ajedrez donde el conflicto de Medio Oriente se mueve, no está circunscripto a un territorio como era antes, sino que hoy el terrorismo ataca los intereses de sus enemigos en cualquier lugar del mundo”, abundó el especialista.
En esta línea sostuvo que otro componente importantísimo es la impronta nuclear que se le quiere dar a Irán.
“Es una muestra más de que Medio Oriente es un laboratorio en el que uno puede analizar cómo el mundo juega su poder, cómo se comportan las grandes potencias como Estados Unidos, Rusia y China, cómo se comportan los países que manejan el petróleo, cómo lo hacen los países árabes”, planteó el docente, que se mostró escéptico respecto de una posible solución de este conflicto, al que definió en sus orígenes como “bíblico”.