La Universidad inauguró el 19 de diciembre el “Salón de la Democracia Argentina”, ubicado en el predio Mr. York, en lo que fue una de las últimas de una larga serie de celebraciones que se realizaron por los treinta años de democracia ininterrumpida.
Ubicado al lado del edificio Reforma Universitaria donde actualmente funciona Rectorado, el nuevo espacio permite albergar a más de doscientas personas y tiene una superficie cubierta de 12 por 24 metros. Construido a base de hierro, vidrio y madera, el exterior del salón hace alusión a la historia de los ferrocarriles y de la revolución industrial, en armonía con la estética del edificio lindante, el ex Chalet Mr. York. En el interior, pueden apreciarse imágenes de los distintos presidentes constitucionales de Argentina.
El acto de inauguración contó con varios oradores, pertenencientes a diversas corrientes políticas. Todos ellos destacaron la pluraridad y el debate, precisamente, como características que contribuyen al crecimiento de la democracia: Rocío Giaccone, diputada provincial por el Frente para la Victoria; el presidente del Grupo Junín, Damián Itoiz; el juez Andrés Francisco Ortiz, de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal del Departamento de Junín; Juan José Irigoyen, presidente de la Federación Universitaria en la UNNOBA.
Irigoyen, representante estudiantil, remarcó la importancia de la militancia juvenil en la Universidad. Además, hizo referencia a la pluralidad como aspecto central de la democracia: “Estamos construyendo una universidad plural, no es necesario pensar igual. Es muy sano discutir y debatir, no siempre vamos a estar de acuerdo”. Además, le asignó un rol clave a la educación en la democratización: “Desde la Universidad debemos seguir trabajando para lograr una sociedad más justa e igualitaria”.
A tono con Irigoyen, Rocío Giaccone consideró que la pluralidad de voces “nos hace más fuertes”. “El debate es la pieza fundamental para defender a la democracia”, expresó la diputada. A partir de su formación de licenciada en Ciencias Políticas, Giaccone distinguió entre dos corrientes de la democracia. Una de ellas hace hincapié en las reglas y en los procedimientos para sostener al sistema. “A nosotros, en cambio, nos gusta la otra corriente, la material, para mí es la esencia de la democracia. Esa vertiente no hace tanto hincapié en las reglas de acceso al poder y de participación, sino que va a las metas”. “La democracia no se puede permitir exlcuidos y marginados, sino que debe apuntar a la inclusión. La educación es clave para lograr esta meta”, sintetizó la representante de la Legislatura por el FPV.
Por su parte, el juez Andrés Franciso Ortiz destacó el rol que e tuvo el Consejo para la Consolidación de la Democracia, creado por el entonces presidente Raúl Alfonsín: “Recuerdo que uno de los objetivos de este Consejo era la construcción de un proyecto plural basado en la ética de la solidaridad”. Al mismo tiempo, subrayó la importancia de los convenios y tratados de derechos humanos que fueron integrados a partir de la reforma constitucional de 1994.
Damián Itoiz se refirió a los tres principios fundamentales del sistema democrático: libertad, igualdad y justicia: “El mejor aporte que podemos hacer para honrar la memoria de aquellos que pasaron por este duro proceso de restauración de la democracia es ayudar a reconstruir esta democracia formal y convertirla en una democracia real”.
El rector Guillermo Tamarit recordó los desafíos que la democracia tenía hace treinta años: dar respuesta a los reclamos de verdad y justicia. También destacó los “juicios ejemplares” realizados a las Juntas Militares como responsables del genocidio cometido durante la dictadura, las cuales se llevaron adelante durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Además, rememoró que uno de los desafíos de la democracia de aquel momento era “desestructurar esa pobreza estructural que no existía como tal en los 70. También teníamos el desafío de contribuir en una democracia pluralista y de construir ciudadanía”, añadió.
En la actualidad, para el rector, la democracia tiene nuevos retos. Para reflexionar sobre ello citó a Carlos Nino, quien en su trabajo “Un país al margen de la ley” describía las limitaciones en torno a la construcción de ciudadanía por la persistencia de comportamientos sociales apartados de la ley. “Esta tendencia recurrente a la ilegalidad, que parece ser un tema formal, efectivamente no lo es”, enfatizó Tamarit. “Esto no es un problema del Estado, es un problema de la sociedad. Por ejemplo, todos creemos que se justifica pasar el semáforo en rojo en determinadas circunstancias”, graficó. “Yo creo que el sistema democrático se nutre a partir del respeto del otro, esto es lo esencial”, argumentó el rector. En ese sentido, subrayó el rol de la educación y de los profesionales que egresan de las instituciones educativas públicas: “Quienes más formados están, más responsables son frente a los otros. La Universidad es el mundo del saber, no del tener. Y, por supuesto, la democracia se construye sobre el saber”.
Tamarit también hizo referencia a la problemática que actualmente enfrentan los sistemas educativos y la Nación: “La educación nos mejora, esto fue una realidad en el pasado y lo sigue siendo. Sin embargo, estamos asistiendo a una nueva realidad: a diferencia de lo que sucedía en el pasado, lo que sucede en la actualidad es que las habilidades de amplios sectores de la sociedad decrecen en relación a sus padres. Esto es un problema colectivo, no individual”.
El rector también habló sobre la “tensión entre pobreza y desigualdad”. “¿Cuál es el conflicto, la pobreza o la desigualdad? ¿Cuáles son las condiciones para que el sistema democrático sea viable?”, se interrogó el rector. Para problematizar este tema citó a Michael Sandel, quien se refiere a la “mercantilización” de la sociedad actual: cómo la economía invade y organiza los campos de la Salud, la Educación, la Seguridad.
“El dinero pasa a ser la única variable que organiza la sociedad. Las categorías que nos dividen ya no refieren a capacidades, refieren a dinero. Lo que es absurdo es pensar que se les puede exigir más, a quienes menos participan de los beneficios de la democracia”, planteó Tamarit. En esa línea, subrayó el rol de la universidad pública: “Tenemos que contribuir en que sean dejadas de lado esas ideas vinculadas al individualismo, al utilitarismo. Hemos avanzado mucho, pero hay muchas falencias aún que superar como democracia. Los convoco en esta tarea de persistir en la epopeya de la educación, es por allí donde debemos transitar”, resumió la máxima autoridad universitaria.
Agradecimientos
El rector Guillermo Tamarit agradeció a toda la comunidad universitaria por el logro en la construcción del salón y su inauguración, especialmente a los empleados no docentes los que, para él, en esta Universidad tienen un rol “fundamental”. Además, agradeció particularmente a la vicerrectora Danya Tavela, quien también se encontraba en el panel: “Ella cree que las cosas no se pueden hacer pero se empeña tanto en hacerlas, que tenemos estos resultados”. “Y también quiero destacar el rol que tuvo Laura Durán [directora de Aura] que es una fuente de ideas inagotable”.
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